Pero perdona, amiga mía, no es inteligencia ni sabiduría. Esta es mi manera de decir las cosas, no es que sea mi trabajo, es que es mi idioma.

De vez en cuando, los fines de semana se convierten en un tercer grado por parte de familiares y amigos sobre mi profesión :) De hecho, mucha gente de mi entorno no sería capaz de explicar a un tercero a lo que me dedico, en Twitter me han contactado más de una vez por ser “experta” en SEO (qué más quisiera yo…).

Pero el otro día me encontré con alguien que me dijo algo así como “¿y eso realmente sirve para algo?” que supongo es la pregunta que todos me quieren hacer pero no se atreven, ja ja ja.

La diferencia es que esta persona tiene un site para su pequeño negocio y no sabe muy bien cómo sacarle todo el partido posible. Y me ha servido para saber si soy buena vendiéndome, porque lo que le dije fue de principio a fin más o menos en qué consiste mi trabajo y creo que puedo tener un nuevo cliente en breve :)

Creo que con la crisis hay muchos pequeños negocios que no disponen de mucho dinero para cambiar la táctica online que han adoptado y les puede venir bien saber qué les puede aportar medir bien el negocio en internet. Esto lo puede hacer o bien uno mismo o bien contratar los servicios de un analista web o de una agencia que provea ese servicio. Mi opinión sincera es que, al menos al principio, uno debería dejarse asesorar para sacarle el máximo partido a la herramienta de analítica web. Indudable este punto si la herramienta es de pago.

Cada vez tengo más claro que para analizar bien un sitio web, hay que verlo desde la perspectiva correcta. Por ejemplo, si nuestro site es de un ecommerce, el truco está en centrarse en los números correctos para poder hacer decisiones acertadas de perfeccionamiento tanto del site como de la tasa de conversión. El ecommerce es un juego de números.

Las métricas de contenido y las de negocio deberán ser complementarias para sacar el negocio delante de la manera más rápida y eficiente. Si no tenemos un buen contenido acompañado de un gran diseño en cada nivel no servirá de nada intentar incrementar la conversión.

La primera herramienta que necesitamos en la analítica web es la habilidad de manejar muchos datos y distintas fuentes, saber distinguir los importantes y transformarlos en información.

Hay que conocer qué significa cada dato, organizarlos según el objetivo de la compañía, según la estrategia que hemos acordado y comprobar cómo estos datos se interrelacionan.

El primer paso para centrarnos en incrementar nuestra tasa de conversión debe ser definir bien las métricas y que sean consensuadas entre todos los afectados, para que tomen acciones apoyándose en las mismas.

Básicamente tenemos que identificar bien estos objetivos y qué KPI va a cuantificarlos, haciendo especial hincapié en los ratios de pasar de visitante a cliente, los patrones de navegación que llegan a convertir y la actividad por segmentos de visitantes.

Dado que cada página del site debe tener un objetivo, por pequeño que sea, deberemos identificarlos e ir poco a poco mejorando el rendimiento de cada página. El objetivo global será incrementar la tasa de conversión, el beneficio por visitante o número de contactos nuevos… y disminuir los días entre compras, la tasa de rebote…

Es importante acordarse de que las métricas se miden por evolución en el tiempo y cambios relativos más que por números absolutos.

Si analizamos regularmente el site podremos estar atentos a cualquier cambio en el mismo y definir la estrategia según lo que nos encontremos:



Cuando nos parezca oportuno lanzar una recomendación basada en el comportamiento de nuestros visitantes, tendremos que hacerlo de la manera más completa posible, mostrando los datos actuales y pasados. Es interesante asimismo acompañar una recomendación siempre mostrando números que traduzcan (a ser posible en euros) lo que se puede conseguir; es decir, qué ganamos con respecto a lo que ya tenemos. O sea, datos pasados, actuales y los futuros con y sin cambio para que sea mucho más visible lo que implica un cambio a tiempo.

Es recomendable contar con la confianza de las personas apropiadas haciéndoles llegar las métricas regularmente.

Lo mejor es tener claro antes de implementar un cambio en el contenido o diseño de la web cómo lo vamos a evaluar y seguir una línea de actuación en el futuro.

Se debe intentar testar cualquier cambio antes de tomarlo como definitivo, esto nos abrirá los ojos con respecto a los usuarios que acuden a nuestro site.

Así, cada experimento debe ser aislado de forma que se pueda medir bien, en relación al site y a lo que hubiera implementado anteriormente. Cuando demos con un cambio con éxito, habría que aplicarlo en otros elementos del site que puedan estar bajo las mismas condiciones.

Cuando podamos predecir la conducta del cliente aumentaremos nuestra tasa de conversión (y por ende, nuestro ROI) porque nos permitirá:



¿A que somos un chollo? :) El analista web puede ayudar a pasar estos tiempos de crisis, a intentar ser más eficientes y saber donde podemos inyectar más dinero de forma que incrementemos lo más posible nuestro ROI o reducir la inversión con el mínimo impacto en nuestra cuenta de resultados.

Etiquetas: