Un fracasado es un hombre que ha cometido un error, pero que no es capaz de convertirlo en experiencia

El cometer errores es inevitable, quieras o no te pasa. Todo el mundo comete errores.

Equivocarse no es plato de buen gusto para nadie. El señalizarnos con el dedo en forma de informe con datos que no se pueden rebatir, con tasas de conversión de productos “estrella” a las que hay que sacar dos decimales para que no sean un cero patatero, cuando nuestro diseño “estrella” no ha funcionado como debería, cuando nos hemos gastado miles de euros por un cambio a todas luces impresionante para mejorar la web y resulta que causa el efecto contrario, cuando hemos hecho un trabajo impecable testando y al cambiar a la versión “estrella” resulta que es un bluff…

Cuando nuestras estrellas son más bien “estrelladas” parece que se cae el mundo encima, nos sentimos en parte culpables por haber respaldado el cambio, el producto, el diseño…

Si nos sentimos ligados a un diseño a todas luces mucho más bonito que el anterior, mucho más moderno, mucho más impactante… Sí, impactante a peor. Aquí es fácil actuar, el único apego al diseño que hay que permitir es el del cliente con nuestro site. Si no funciona, hay que volver al anterior, por muy feo y anticuado que fuera.

Nos hemos gastado un dineral y ahora no funciona. ¿Cómo vamos a invertir en dar marcha atrás? Algo hay que hacer, el seguir negándolo nos hará perder más tiempo y dinero.

Es difícil admitir un error cuando ha supuesto una apuesta personal. Hay que intentar verlo como un aprendizaje. Es cierto que nadie aprende de los éxitos, sino de los errores.



¿Qué aprendemos? Que técnicas como por ejemplo el A/B Testing nos ayudará a minimizar el impacto negativo que nos puede suponer un cambio de diseño, el reducir el presupuesto antes por si hay que echarlo atrás…

Pero lo más importante es la actitud, nuestra actitud. Si utilizamos la analítica web para analizar y estudiar nuestro site estamos evaluando matemáticamente lo que está pasando o ha pasado. Esto es una ciencia y requiere una evaluación objetiva de lo que nos dicen los números. Y hay veces que fallamos, aún si nos parece que algo es imposible que falle, puede hacerlo.

Y no nos rendimos, puesto que tomamos modelos o metodologías estructuradas para analizarlo todo y aprendemos de ellos. Y a la vez que vamos conociendo a fondo cómo funciona nuestra web, aprendemos cómo piensan los usuarios, y será cuestión de tiempo el ir mejorando y dar con una fórmula que funcione.

Sé que este no ha sido un post normal. Pero necesitaba darle ánimos porque creo que los necesita, aunque también puedo estar equivocada :)

Etiquetas: