¿Qué sería de la vida, si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?

Rafa en su último post me ha hecho pensar sobre las llamadas “visitas de calidad” que llegan a través de buscadores.

Realmente las visitas que llegan como producto de una búsqueda en teoría son todas interesadas en aquello que han buscado y que podemos ofrecerles. Pero … ¿Dónde empieza la cualificación de esa visita como de calidad o no de calidad?

Es cierto que si la tasa de rebote (o tiempo permanecido en la página) de esa visita es menor de 10 segundos, probablemente no la definamos como “de calidad”. Pero ¿hasta qué punto es la visita la que no es de calidad? ¿No puede ser que sea nuestra página la que no es de calidad para esa visita? Esa visita sería de calidad en cuanto pensara que nuestra página y los productos o servicios que tengamos sean de calidad, ¿no?

Pero, y si la visita se queda más de 10 segundos, es más, se queda 2 minutos y medio… ¿es de calidad? A primera vista sí, le interesa nuestro site, navega, lee, se informa. La visita es de calidad. Pero ¿no puede ser que la visita se quede 2 minutos y medio buscando lo que ha venido a comprar y no lo encuentre porque nuestro site está mal estructurado y se ponga a buscar por los enlaces hasta que no pueda más y se vaya desesperado y no vuelva nunca? Entonces ¿la visita es realmente de calidad para nosotros? ¿somos nosotros de calidad para la visita? Eterna pregunta. Pero todo me lleva a lo mismo. Si la visita es de calidad o no puede estar ligado a si lo que ofrecemos a sus ojos es o no de calidad.

O sea, es una relación fifty-fifty.

De hecho, si una campaña está bien definida, la landing page de la búsqueda debería ir a la que interesa al cliente, por lo que una visita de calidad lógicamente sería aquella que llega, mira y compra… pero ¿qué pasa si llega, mira y decide comparar? Se va del site, mira unas cuantas opciones más y luego vuelve convencida. Es una visita no de calidad, de alta calidad :) pero se ha contabilizado prematuramente como una visita de no calidad. O al revés. Se ha quedado mirando las características del producto/servicio, después de un tiempo prudencial decide que no le interesa por la razón que sea, y se va, no volviendo a aterrizar en el site en mucho tiempo. Esta visita se contabiliza como de calidad, cuando al final no lo es tanto.

Hay mil situaciones, distintas apreciaciones sobre el mismo concepto “visita de calidad” y yo misma no me atrevo a mojarme en ninguna. Ya tengo bastante con el engagement ja ja ja.

Pues bien, Rafa se la juega. Su empresa ha creado un servicio con el cual, de las visitas que mande a un determinado site, el cliente pagará solamente por aquel tráfico que no esté incluido en la tasa de rebote (visitas que han continuado navegando por el site).

Pues lo que pienso es que este servicio sí es de calidad. ¿Por qué? Porque, independientemente del riesgo que ya he comentado que está tomando Rafa, me parece audaz el plantear un pago de estas características. Y definitivamente estamos en una época en la que parece que todo está inventado y es muy difícil destacar tanto con un producto como con un servicio. Y Rafa destaca. Y me parece arriesgado, pero inteligente. El tiempo dirá si logra o no su objetivo. Lo importante es que inventa una nueva forma de marketing en buscadores.

Rafa, ojalá te salga bien, campeón.

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